
«Una experiencia psicodramática con un grupo de mujeres». Por Elisa Buendía
«Imagina la oportunidad de poder formar parte de un grupo donde sientas que perteneces y a la vez brilla tu propia subjetividad, donde puedes recuperar el sentimiento de ser el protagonista de tu historia, de conocer que muchas cosas están en tu mano y otras hay que llorarlas y dejarlas ir… una experiencia de 8 años con grupos de mujeres en un centro de salud de la Seguridad Social, avala la herramienta psicodramática como un potente vehículo para la transformación personal»
El grupo de mujeres nació a partir de escuchar a los pacientes en consulta, y darme cuenta de que la demanda va más allá de la sintomatología corporal, es otra, unida a emociones, experiencias y recuerdos que, como las heridas, duelen, se infectan, de alguna manera se expresan y hay que atenderlas para tratar de sanarlas. Con la intención de poner voz a lo que permanece en silencio, se creó el grupo de mujeres, como un espacio de compartir lo que nos pasa y tratar de poner una mirada diferente a la habitual. Durante 8 años se ha desarrollado en el Centro de Salud, dedicando un espacio semanal de 2 horas durante aproximadamente 9 meses en el año. Como tantas cosas, la pandemia lo detuvo, y en la actualidad, acabo de reinventar otro espacio grupal, para atender una pandemia que es paralela a la que vivimos, y que tiene que ver con el malestar que genera la soledad.